Cronista de una revolución


Cronista de una revolución

La publicación del libro Crónicas de una coffee lover resulta buena oportunidad para hablar nuevamente con María Luján Mesarra, más conocida como @maryeeu en Instagram. Es que hace algunos días presentó su reciente obra escrita, síntesis de un recorrido que acumula tantos kilómetros como experiencia tras una misión específica: dar a conocer el universo del specialty local en toda su dimensión. Sin duda, una referente informativa de nuestra escena del café.

Es que Mary es de las pioneras, de aquellas entusiastas que se encargaron de difundir de qué se trataba este auge, bien de culto antes de la explosión actual de cafeterías. “Sabía que tenía que vincularse con lo que estuve haciendo estos seis años”, resume sobre la propuesta. “Es un montón, y además el cambio que vi es enorme”, cuenta sobre su trayectoria y la transformación de la que fue testigo.

Crónicas de una coffee lover se presentó en Tres durante los últimos días de noviembre

En su mirada, las personas aparecen en primer plano: “Los baristas fueron mi vínculo inicial con las cafeterías. Fue un descubrimiento porque así como la mayoría de la gente pensaba que cualquiera puede hacer café mientras sepa qué botón apretar, yo también tenía asociada esa idea. Cambiar la percepción sobre la función y su alcance fue un wow para mí. Además, en aquella época la gente ni sabía muy bien de qué se trataba el arte latte”, rememora.

«Mi idea es la de comunidad, no estar en el papel de verdugo, evaluando. Hay personas que se ponen en jueces, no me parece que vaya por ahí».

Y en ese devenir, al parecer dominado por la novedad, subyace una razón de fondo que perfila su propósito y da sentido global a su trabajo: la pasión. “Desde el concepto inicial de cueva, ese refugio alucinante, a lo que son hoy, incluso con franquicias, vemos una expansión con lo bueno y con lo malo. Hay gente que lo entendió solo como negocio y para mí tenés que ser apasionado del café, sea el rol que sea. Incluso yo como comunicadora. Tenés que amar el café, si no en algún momento se pierde el rumbo”, considera.

Presentación del libro en Tres

A partir de sus vivencias y su formación específica, es interesante escuchar el análisis que hace del contexto actual: “Con el gran auge de los cafés especiales se ha bastardeado bastante el nombre, por eso hoy hago la salvedad de que una cosa son las cafeterías de especialidad y otra cosa son los lugares donde usan café de especialidad, que no está mal, está buenísimo, pero uno tiene que bajar la vara. Eso sí, sé los lugares que puedo recomendar y decir acá el café te lo sacan como los dioses”, concluye.

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